Cuando uno visita el pueblo de Remolinos en la ribera alta del Ebro te sorprende sobre todo su paisaje donde destacan la famosas minas de sal, pero como estudioso de la cultura y el patrimonio de Aragón, lo que mas me llamó la atención es que Goya acabase pintando una serie de lienzos de carácter religioso en la iglesia de San Juan Bautista en el mismo pueblo de Remolinos. La figura de Goya siempre genera interés, y aunque uno estudie su obra de manera detenida y profunda, su figura es muy alargada, generando vacíos en una historia todavía por descubrir.
Desde el punto de vista formal, la obra de Goya en Remolinos representa a los cuatro padres de la iglesia realizada en 1772, mismo año por cierto que la obra que realizará el pintor en el coreto del Pilar, en este caso un fresco titulado adoración al nombre de Dios. Pero vayamos a lo que nos interesa, descubramos no solo porque se pintó aquí, al parecer por la amistad de Goya con el secretario de una orden templaria que se ubicaba en la zona, aunque lo realmente interesante es aquello que no aparece en las crónicas. El lado oscuro y misterioso de la historia, ya que la figura del genial pintor de Fuendetodos estuvo olvidada desde su muerte en Burdeos allá por 1820 hasta principios de S XX.
Gracias a Marisa, que no solo nos abrió la iglesia, también nos contó el recuerdo que tenía su familia cuando visitó el templo el pintor vasco Ignacio Zuloaga, uno de los precursores de la figura de Goya, nos consta que en 1915 visitó nuestra tierra, y aprovechó para visitar Remolinos para verificar la pincelada suelta y de influencia italiana de los lienzos de la iglesia, parecidos a otras iglesias en Aragón como Calatayud y Muel. Quisimos investigar un poco más y según nos contó Marisa existía un quinto lienzo de Goya que se encontraba en alguna casa de Remolinos, por otro lado dentro del templo existen cuadros relacionados con la escuela de su maestro Luzán y algunos sin catalogar que debieron desaparecer y podrían ser de Goya.
El lado oscuro y negro de Goya pudo estar también en Remolinos, aunque estaba bajo el influjo italiano, no sólo se trajo la luz y la perspectiva de los maestros clásicos, también estaba investigando sobre el retrato psicológico y no sabemos si los monstruos le quitaban ya por aquella época la razón, lo que cierto es que según el testimonio de nuestra guía local se encontraron unas pinturas endemoniadas en el falso techo de la sacristía de este templo de Remolinos que fueron destruidas. Al parecer no eran del agrado del párroco de la localidad, verdad o ilusión, la sombra de Goya sigue alimentando historias dentro del universo del pintor.